Del cinturón de castidad al encaje erótico: la historia de la lencería femenina
Algunos dicen que en el Antiguo Egipto, alrededor de 3 mil años A.C, surgió la ropa interior para las mujeres. En ese momento se utilizaba para diferenciar a las mujeres de clase alta de las delgadas, con una túnica fina que iba desde los pechos hasta los tobillos. Miles de años después, en el Imperio Romano, la higiene personal comenzó a tomar un lugar más importante. Las mujeres usaban bandas de lino o cuero para sujetar sus pechos, mientras que para la parte inferior del cuerpo utilizaban taparrabos del mismo material. Una de las piezas de ropa interior más simbólicas de la idiosincrasia de la Edad Media son los cinturones de castidad de hierro. La leyenda cuenta que, caracterizados como incómodos, pesados y poco higiénicos, tenían el propósito de mantener la castidad de las mujeres y asegurar la fidelidad de las esposas cuyas parejas se ausentaban del hogar por mucho tiempo debido a las Cruzadas. Aún así, no existe evidencia real de que hayan